Utilizando su capacidad para coser piezas, herramientas para reparar barcos y una notoria inventiva, Randy fue capaz de crear el primer prototipo TRX –un arnés casero de entrenamiento hecho de tela de paracaídas y de un viejo cinturón de karate-. Durante las siguientes semanas y meses, probó y rediseñó varias veces este nuevo sistema de entrenamiento; se crearon también los ejercicios adecuados, y el equipo comprobó que obtenía grandes resultados en su rendimiento operativo.
Tras haber dejado los SEAL para conseguir una licenciatura en Administración de Negocios, Randy perfeccionó su TRX hasta dejarlo como es ahora –un arnés ajustable no elástico construido con nylon blando de fuerza industrial, formando un equipo de una sola pieza que permite realizar un entrenamiento completo para todo el cuerpo-.
Atletas profesionales, miembros del ejército de los Estados Unidos y entusiastas del fitness del mundo entero han modificado su manera de hacer ejercicio al utilizar el revolucionario TRX Suspension Trainer… la herramienta de entrenamiento funcional definitiva.
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